sábado, 7 de abril de 2012

Algunos días pienso que me gustaría tener tiempo para leer y escribir más, pero cuando lo tengo prefiero salir a caminar tomado de la mano de Efraín y escuchar los mil proyectos de Luisa. A fin de cuentas: a nadie le importa que lea una página más o que escriba un renglón, pero para mi hijo sí es importante que lo cargue o le preste atención, y para mi esposa es fundamental que platiquemos... Así que esos días, tras algunos instantes de quejas, pienso que gracias a Dios existen las madrugadas.