lunes, 30 de agosto de 2010

Gracias Dios mío por:

Los desayunos del Tok's, las chalupas de casi cualquier puesto, las nieves de zanahoria con jícama preparada con chile de la Avenida Revolución (Pachuca) y por los Helados Santa Clara (sobre todo el de triple chocolate).
Por los totopos con frijoles y queso de Taxco (que sirven como botana), por las nieves artesanales de Milpa Alta, por las quesadillas doradas del Salón Corona y por el mole verde con carne de res (que prepara mi tía Alicia).
Por las quesadillas de raspadura, por los pastes de La Nacional (en Pachuquilla), por el pescado empapelado del tianguis de Villa Panamericana y por la chapata gratinada de la Cineteca Nacional.
Por las enchiladas suizas del café La Habana, por las tlayudas de Libres (en Oaxaca), por el café de olla del Papalote (aunque el menú salga tan caro) y por las pizzas del Rayuela.
Por las nieves y papas a la francesa del centro de Tlalpan, por los tacos de carnitas del Estadio Revolución (aunque me hayan provocado cisticercosis), por las gorditas radioactivas del mercado Granada y por las palomitas del Cinépolis.
También por las migas, por el Carlos V azul y por las galletas Príncipe; por las patitas de pollo fritas preparadas con lechuga, rábano, queso y salsa verde; por el chicharrón de cierto puesto del mercado de Xochimilco y por lo tejocotes que venden en el invernadero de Nativitas.
Gracias por la salsa de las quesadillas del tianguis de Bosques, por los molletes de algunos Vip's, por las pasas con chamoy de Liverpool (aunque me escalden la lengua) y por el niño envuelto de crema pastelera de Bisquets Obreón.
Por el chus de El Globo, por el Pollo feliz y su salsa martajada, por los churros de la Churrería López y por las viboritas de gomita.
Por el Sidral Mundet (el único refresco perfecto), por el hombre que inventó el pastel imposible y por las quesadillas de papa con queso de la señora Vélez (sobre todo con salsa roja de la que prepara para el pozole).
Gracias por las galletas de nuez de El Palacio de Hierro y por los tacos de bistec con queso en algunas calles de Tepito...
Pero sobre todo, gracias, por el Sal de Uvas Picot, por el omeprazol y por mi estómago que aún resiste.

3 comentarios:

Rogelio Pineda Rojas dijo...

jeje, caray, los antojos están al mayoreo.

Anónimo dijo...

No, no, no, te lo dije desde que armaste la lista, yo definitivamente no apruebo los tacos de raspadura y los molletes del Vips, pero le agregaría:
Gracias Dios por los tamarindos, los tacos del Borrego Viudo, la tinga que prepara Miguel y el esquimo de fresa de mi infancia.

jajaja

YTAM

LL

Rogelio Pineda Rojas dijo...

Mike, ay nos vemos. Bajas la cortina y le das de comer a los peces 'ora que te vayas. Vuelvo en unos días.
Saludos.