viernes, 9 de abril de 2010

En la última semana una idea me persigue sin darme espacio suficiente para pensar en otra cosa. Tengo la impresión de que pronto voy a ser padre. No es sólo porque mi esposa ande con mareos, náuseas o dolores sospechosos; tampoco porque yo ande con unas ganas terribles de comer chocolate todo el día, mire a mi mujer más hermosa que antes y me sea imposible resistirme a acariciarle la panza. No, todo se debe a un comentario al aire, de esos que muchas veces se hacen sin pensarlo demasiado.
El domingo por la tarde marqué a la casa de mis padres. Inesperadamente hablé con mamá por más de media hora y después con mi padre por más de cinco minutos. Al final de la conversación, papá me preguntó por mi esposa. Le contesté que hacía limpieza, al otro lado del departamento. Él, que suele llevarse un poco pesado con ella, me pidió que le dijera que ya no hiciera tanto quehacer, "no le vaya a hacer mal al bebé". Del otro lado de la bocina, a lo lejos, escuché la risa de mamá.
Luego colgué y le comenté a mi esposa lo que su suegro había dicho. Ambos nos reímos.
Sin embargo, desde ese instante, no hago más que pensar que debo ponerme a escribir, aprender lo más pronto a hablar francés, meter un proyecto para obtener una beca o entrar a un posgrado; que debo comprar libros infantiles, actualizarme viendo todo el día Cartoon Network, Once Niños; que necesito saber cómo hacer eructar a un bebé, aprender nanás para hacerlo dormir... Uff, tantas cosas que debo aprender de aquí a que nazca el bebé.
Pero de pronto me sorprendo al reflexionar que no sabemos siquiera si mi esposa está embarazada y ambos tenemos miedo de comprar una prueba de embarazo.
Por lo demás, las dos veces más que he hablado con mis padres, ellos han institido mucho en la salud de mi esposa: ¿cómo está?, ¿cómo la ves?, ¿cómo se siente?
Yo, cuando cuelgo, he tenido que borrar una sonrisa misteriosa que se me pone en la cara sin que sepa muy bien por qué.
¿Ellos sabrán algo que nosotros no? ¿O tan sólo fue una de esas bromas de mi padre que muchas veces no comprendemos?
Al tiempo.

5 comentarios:

Rogelio Pineda Rojas dijo...

Orales... Pues yo creo que este arroz ya se coció. jaja. Compren la prueba, seguro que se llevarán una grata sorpresa. Te recomiendo las películas del 11, los domingos por la mañana. Saludos.

Negui dijo...

Creo que es hora de empezar a tejer... Me emocioné... :D

mangelacosta dijo...

txt:::nauta: Empezaré con las películas, como me recomiendas. Además, intentaré sacar mi credencial de Once niños.
Negui: Se agradecen las chambritas, aunque aún no son necesarias. Esperemos que para inicios del año que viene, sí lo sean.
Abrazos a ambos.

Anónimo dijo...

Me hiciste recordar lo que viví hace más de 8 años amigo. Mi madre me habló un día, antes de que yo supiera que esperaba a Mily, para preguntarme si estaba bien, poruqe - dijo - me había soñado embarazada. Yo en ese momento me eché a reír, pero una semana después sabría que tiene dotes de adivina.

Espero que tua papás cuenten con el don y pronto les llegue a tí y a Luisa un angelito.

Un abrazote fuerte y buena vibra!

MR.

Anónimo dijo...

PD.: la serie de 31 minutos que transmiten por canal 11 es fenomenal.

MR.