lunes, 13 de abril de 2009

Mi hermana y mi esposa imitan una vieja coreografía de Vaselina. Cantan con todas sus fuerzas y rien nerviosas.
Mi sobrino, el mayor, me pregunta con mucha seriedad: "Siendo así, ¿cómo o por qué te casaste con mi tía?"
No lo miro ni le respondo. Sé que un día lo comprenderá: cuando llegue esa persona que le contagie su alegría, cuando amanezca a su lado y no se canse de mirarla, cuando se sienta un poco avergonzado porque en media calle cante o baile, cuando discuta con los tianguistas por un mejor precio, cuando sea capaz de ser feliz a pesar de las circunstancias, cuando al final del día ella lo mire al igual que su tía me mira a mí...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡QUÉ BELLO AMOR EL DE USTEDES! UN ABRAZO PARA AMBOS.

FABIOLA PECH.

costa sin mar dijo...

a pinche gente barbera!!!!

pero si yo recuerdo que alguna vez comentaron que se les fue la luz por una hora y no supieron qué hacer: igual podrías haber escrito: cuando llegue la persona con la que puedes pasar ciento veinte minutos a oscuras y no se te ocurra coger

pero bueno eso es otra cosa
¿se hace o no se hace lo del bló?