martes, 22 de julio de 2008

Quisiera saber con quién y en dónde puedo agendar una cita con Dios. No, no es que tenga problemas trascendentales, ni que quiera reclamarle por el tipo de vida que tengo, es más, no pienso agradecerle todas las demostraciones de su existencia que a diario me pone delante. Sólo quisiera platicar un rato con él.
Sabes, le diría a Dios, en la Tierra ocurren muchas cosas interesantes: grandes descubrimientos en las neurociencias, terremotos que cada día espantan más a la gente, algunas marcas impuestas por el hombre se rompen con frecuencia, las telecomunicaciones avanzan a un ritmo vertiginoso.
Y es de eso de lo que me gustaría hablar contigo, me confesaría al fin. En México, el país donde vivo, hay una compañía de telefonía celular que se llama Telefónica Movistar. No, no te mortifiques, le advertiría, no quiero quejarme de su servicio, ni de sus tarifas, muy al contrario: quiero decirte que tiene un plan de llamadas muy interesante. Esta compañía tiene un servicio en el cual, si hablas menos de dos minutos te cobran la llamada a sólo 2.57 pesos (mucho más barato que Telcel), sin embargo, si te extiendes de 5 a 30 minutos terminas pagando 5.14 pesos. Y sabes, ese es el punto que me gustaría explicarte mejor.
Ayer, sin ir más lejor, hablé por más de media hora y no sabes qué tan alto costo voy a pagar por haberme extendido en mis reflexiones. Yo creo, Dios, con todo respeto (pues hay que dar a Dios lo que es de Dios), tú que tantas cosas has inventado, deberías hacer algo similar a Movistar. Ayudarías a mucha gente como yo. Deberías ponernos una alarma para quedarnos callados justo antes de regarla, un segundo antes de agotar la paciencia de nuestro escucha. Sería muy fácil dejar de preocuparnos por saber hasta qué punto nuestra libertad de expresión puede afectar los sentimientos de otra persona. ¿Crees que pudieras hacerlo?
Y si bien Dios es muy comprensivo, creo que tendría que darle algunas explicaciones, al menos en cuanto a qué me refiero con eso del alto costo que tendré que pagar por la llamada hecha. Entonces, ya sin tapujos, bien podría decirle que el celular yo casi ni lo toco, que el teléfono de casa sólo lo uso para llamar de Larga Distancia a mis familiares (por cierto, de eso no te preocupes, cuento con un buen plan de Lada Nacional con Telmex (pues para qué darle otro motivo de preocupación)). Lo que pasó en realidad, ese hablar tanto al que me he referido, es sólo una plática que tuve con mi esposa, y ya sabes cómo se me va la lengua cuando hablo más de media hora, confesaría.
Así, que si no tienes inconveniente, piénsale a ver si nos puedes poner una alarmita como hacen los de Movistar, y ya, abusando un poco de ti, a ver si también nos echas la mano para que en este campeonato el Cruz Azul al fin sea campeón.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, espero que Dios te escuche y sobretodo que no te llegue una factura muy cara.