viernes, 29 de febrero de 2008

Con las vísceras

Rebuscando entre libros encuentro el nombre de un conocido. Es una edición bonita, blanca, demasiado elegante. Está cerrado así que no puedo hojearlo, saciar mi morbo. Cuando de repente algo me sube desde el estómago quemándome la laringe. Es un coraje brutal, un odio y desesperanza.
He leído cuentos y poesías del autor. Sus cuentos no me gustan, aunque reconozco que tienen "algo", pero sus poesías, diría que son malas. El libro es de poesía.
¿Por qué, por qué le están publicando si no es bueno?, lo comprendo de quienes publican y vale la pena leerlos, pienso en Toño Ramos, en que algún día le publiquen a Juan Maya, a Nadia Villafuerte, a Geney Beltrán. Recuerdo algunos buenos libros escritos por jóvenes menores de 30 años. Pero a él.
Tengo ganas de comprarlo, simplemente para leerlo a placer y criticarlo posteriormente, pero entonces me descubro mono monterrosiano, empeñado en criticar a un autor. Y reflexiono que a final de cuentas, todo mundo tiene derecho a publicar... siempre y cuando él mismo crea que ese material es digno de publicarse. ¿Lo creerá este joven delgado y de baja estatura?

2 comentarios:

XAVIER DUARTE ARTIGAS dijo...

PARA MANGELACOSTA:
ES POSIBLE QUE EN UN GRAN PAÍS COMO ES TU PAÍS, SEA + FÁCIL PUBLICAR. EN ÉSTE, PUBLICAN LOS CONOCIDOS Y/O ADULONES. LA CALIDAD POÉTICA ESTÁ COMO SILENCIADA O LICENCIADA.
QUIZÁ SI FUERAS POETA MUERTO Y ALGUNO TE DESCUBRE, AHÍ PUBLICAN LO TUYO CUANDO YA NO ERES TÚ.
UN ABRAZO DE XAVIER.

mangelacosta dijo...

Muchas gracias por tus palabras, Xavier. Un saludo desde México y gracias por pasearte por este blog...