La verdad tiene muy pocos amigos y los muy pocos amigos que tiene son suicidas.
Un poco de ingenuidad nunca se aparta de mí. Y es ella la que me protege.
Dios mío, casi no he creído en ti, pero siempre te he amado.
Quien no llena su mundo de fantasmas, se queda solo.
Lo indomesticable del hombre, no es lo malo que hay en él: es lo bueno.
Dirán que andas por un camino equivocado, si andas por tu camino.
Quien se queda mucho consigo mismo, se envilece.
A veces, de noche, enciendo una luz, para no ver.
Hace mucho que no pido nada al cielo y aún no han bajado mis brazos.
El hombre quisiera ser un dios, sin la cruz.
Si pienso qué es la vida, creo que la vida es un milagro, y si pienso qué es un milagro, no creo en él.
Por no mover una cosa he movido cien cosas. Y no he movido una cosa.
PORCHIA, Antonio. Voces. Editora de Gobierno
del Estado de Veracruz-Llave. Veracruz. 2003.
No hay comentarios:
Publicar un comentario