A pesar de que a él le gustaría ser llamado Bolañito (por Roberto), a mí me parece que da más la finta de Monsiváiscito. Tiene el pelo chino, revuelto, y esa forma en que combina un pantalón formal con tenis, o quizá su cultura libresca de hombre ilustrado de 50 años (tiene sólo 27), es lo que me hace verlo de esa manera. Por otro lado, no es homosexual, ni eructa con cada frase; tiene una bella alondra a su lado y suele entusiasmarse con cualquier temática sexual.
Cuando lo conocí, al llegar a casa le dije a mi esposa: "me cayó tan mal su protagonismo, su lengua larga, su humor corrosivo, que sin lugar a dudas llegaremos a ser amigos". Hoy aún no lo somos, pero a veces pienso que en eso estamos...
El otro día, y por eso viene a cuento, la esposa de Monsiváiscito estaba, según ella, "disfrazada" con un sensual vestido naranja. Parecía que esa prenda era afrodisiaca, pues Monsiváiscito, en cuanto la vio comenzó a besarla, la recorría con la vista y los espectadores nos dábamos cuenta de ese amor que la bañaba a través de una mirada.
Por el espejo retrovisor los descubrí besándose varias veces, luego noté que se tomaban de la mano, más tarde los oí platicar como esos esposos que han superado cualquier crisis matrimonial... Ya casi al final, sus risas me hiceron sentirme contagiado por esa dicha. Pensé en muchas parejas que conozco y que no necesariamente emiten esa vibra...
Ese día, además, me dieron el gozo de la perversión, de ser el metiche que suelo ser, pues me permitieron asomarme (sin que se dieran cuenta) a su felicidad de pareja. Y yo me sentía satisfecho con ello...
1 comentario:
Hassecito no es ningún intelectual, te llegará a caer bien.
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