miércoles, 24 de enero de 2007

En busca de la lección

Amanezco con una ligera resaca en la mente: ayer hice algunos comentarios que siento no fueron bien recibidos. Es curioso, porque pensé mucho para expresarlos, rebusqué en la mente las palabras que sonaran menos mal, de menos inconformidad, pero creo que no resultó lo que esperaba.
El asunto, en general, era la crítica al trabajo de una persona que muchos admiran. Yo, más que dar por sentado mi comentario, lo planteé como una pregunta: ¿no sería bueno recortar un poco...?
Pero todos los ojos se fueron hacia mí y defendieron el trabajo tal como estaba.
Al platicarle a mi esposa ella contestó que en realidad yo nunca estaba conforme con las cosas... Y me sentí triste, demasiado, más de lo que el corazón en ese momento era capaz de soportar.
El resto del camino a casa estuve muy callado, seco, como sabiendo que si hacía otro comentario como el de hacía unas horas, podía generar malestar en mi esposa.
Sin embargo, mientras hoy me bañaba, reflexioné en que es cierto que soy inconforme por naturaleza, mas no creo estar inconforme con TODO.
Tal vez es que no supe expresarme, a lo mejor no encontré las palabras correctas o quizá ayer no fue un buen día para la crítica.
Pero de eso, a decir que soy un inconforme, creo que hay un gran trecho.
No sé, quizá sólo escribo para manifestar que estoy inconforme con lo que me pasó, o a lo mejor lo hago para al fin encontrar la lección que los hechos de ayer me pudieron dejar.
¿Cuál podrá ser?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ay amigo qué te puedo decir yo!? Generalmente las lecciones no aparecen de inmediato, sino que ,cuando sucede algo similar a lo que te pasó en esa ocasión, el cerebro (o la conciencia) se activa y te hace ser más precavido la siguiente vez. Es decir, las lecciones aparecen en forma de "fantasmas" (algo así como Whoopy Goldberg en Ghost) y te dicen -cuidado, acuérdate que...-

Es en ese momento cuando decides dos cosas: mandar al diablo tu conciencia y seguir actuando como siempre o ser más precavido y rodear las cosas para que los demás no te digan que no estás conforme con nada.

Y es a la "nada" a lo que quería llegar. El no estar conforme, no creo que sea malo, al contrario, es ese gusanito de la inconformidad lo que te hace soñar, lo que te hace reescribir un texto una y otra vez o simplemente recorrer el mismo camino hasta hacerlo como tu quieres. Cada cabeza es un mundo - dice la gente - aunque dudo que la mayoría de las personas dimensione la frase - y precisamente por ello es que las cosas de los otros se enriquecen con nuestras experiencias y vicevesa. El problema real, creo yo, es que no hemos (me incluyo) aprendido a aceptar lo que los demás dicen de nosotros (o nuestro trabajo) y evaluar fríamente si lo que dicen es cierto o no.

Se que ya te enredé pero es lo que pienso. Y pretextando las lecciones, quiero que me des tu punto de vista sobre esta situación.

En diciembre me sacaron de Los Pinos, más a fuerza que de ganas, y encontré otro trabajo en la SEDESOl. Estando aquí me llamaron de otra dependencia y fui a hacer los examenes correspondientes y todo el numerito. Como era de esperarse, la tonta de yo se lo platicó con mucho gusto a una amiga (que aún sigue en Pinos y no en muy buenas condiciones por exceso de trabajo) y le dije que si yo me iba de la Secretaría le dejaba mi lugar, pues el ambiente de trabajo es bueno, son menos horas y podría estar con su bebé. Además mi jefe sabía que ella estaba buscando otras opciones y me dijo que sí.

Sin embargo, ayer me quedé de una pieza pues al llamar a la otra dependencia donde me seleccioanron (quedábamos dos ccandidatas para el puesto) me confundieron la voz y me llamaron por el nombre de mi amiga. Es decir que ella era la contrincante!!!!

Primero me entró un sentimiento horrible de tristeza y decepción. Después llegué a la fase en que dices, bueno los amigos no están obligados a contarte todo y hoy, justo hoy me encuentro en la fase de "creo que después de tantos años de amistad merecía saberlo por ella y no por la secretaria de quien sabe quién". A fin de cuentas la honestidad es la base en una amistad ¿o no?
Me siento como una perfecta imbécil cuando recuerdo que le dije "no te preocupes, si encuentro otra chamba te dejo mi lugar" y más aún cuando le pregunté que si tenía ya abiertas otras opciones y repondió que no.

Siempre he tratado de apoyar a mis amigos, sobre todo a ella, por lo mismo de que hemos pasado muchas cosas buenas y malas .

Es por ello que me siento deprimida y decepcionada, no sé en esta ocasión, cuál es la lección, ¿Acaso debno esperar a que me suceda otra vez y actuar en consecuencia y además dejar de apoyar a otras personas?

No le preguntado nada por temor a su respuesta. Si, temo que me diga algo que termine por decepcionar o suceda algo positivo y me diga algo así como -no lo dije para protegerte y evitar una competencia encarnizada entre las dos-, que te aseguro que por mi parte no sería así. o quizá tenga la actitud de " si te descuidas te jodo". No sé que hacer...

¿Tu lo sabes?

Monica Romero (MR - marca registrada)

mangelacosta dijo...

En definitiva no lo sé. Quizá sólo se trate de tomar a la ligera el asunto, sin creer que una "verdadera amiga" no hubiera omitido nada. Pienso que lo único importante (y no tengo la certeza de ello) es que después de que la empresa elija a quien ocupara el puesto, entre ustedes se sigan considerando amigas. ¿No lo crees?

mangelacosta dijo...

P.D.
Gracias por animarte a opinar... Siempre es importante saber que hay alguien del otro lado.

Anónimo dijo...

Hoy sé que tienes razón, a veces no hay que tomar las cosas demasiado en serio. Por eso prefiero no abrir la boca sino hasta haber tenido la cabeza fría para analizar la situación.


Lo ques para tí llegará... decía mi abuela y creo que así debe ser.


PD.: ES BUENO SABER QUE TÚ TAMBIÉN ESTÁS DEL OTRO LADO.