El periódico dice que ayer, 22 de enero, fue el día más depresivo del año. Esto, según una ecuación de un matemático gringo.
Así que, supuestamente, muchos estuvimos tristes, melancólicos, sin ganas de trabajar, con flojera, y a lo mejor hasta lloramos.
Es curioso pues ayer me desperté sin sueño, feliz por ver a mi esposa recostada al lado, contento cuando le di el beso de los buenos días y alegre cuando terminé de darme un baño con agua caliente.
Después, optimista pensé que el lunes era un buen día para recomenzar con los propósitos, vine entusiasta a mi trabajo y agradecido con poder hacer lo que me gusta. Más tarde, di gracias a Dios porque me dio el dinero suficiente para disfrutar una rica torta de milanesa con queso; y regocijarme con la lectura de un buen libro.
Ya casi anochecía cuando recapacité en toda la gente buena que me rodea, los amigos que el destino ha puesto frente a mí, y por ello tuve ganas de fumar, mas no lo hice pues no quiero atrofiar la salud de la que gozo.
Estaba a punto de dormir, cuando volteé a ver a mi esposa (ella miraba la tele), me acerqué a su hombro, compartí (en secreto) mi felidad con ella y la besé al darle las buenas noches.
Entonces, ¿fui el único que ayer no estuvo deprimido? ¿la ecuación gringa no aplicaba para los mexicanos? ¿o es que en realidad sólo nos deprimimos cuando pensamos en lo que nos falta y no en lo bueno (aunque a veces poco) que nos rodea?
Creo que es una cuestión de actitud. Tú, ¿de qué lado estás?
1 comentario:
No me gustan los correos cadena y mucho menos las propagandas en Internet, así que perdonen el haber borrado esa invitación (en inglés)a unirnos a un grupo de "estrellas". Por lo demás, todos los comentarios son bien recibidos...
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