martes, 23 de agosto de 2011

"Creo que cualquier libro que apueste por el lenguaje es valioso", creo que le dije a Pepe mientras le contaba de Cartas ajenas de Geney Beltrán. Y entonces vino una pregunta que no imaginé: "Qué es apostar por el lenguaje".
Es curioso, pensé horas después, justo de lo que más me gusta hacer es de lo que menos puedo hablar, es como si no tuviera las "herramientas" para expresar de forma correcta lo que pienso, como si me faltara algo para dejar claro a qué me refiero cuando digo que un libro me gustó o cuando digo que algún texto es "interesante". Y es extraño porque muchas veces quisiera tener con quién platicar de estas cosas (en ocasiones creo que atormento mucho a mi esposa con estas pláticas), pero cuando llega el momento no sé cómo explicarme.
"Es como si las voces narrativas se expandieran", creo que le contesté en algún momento a Pepe y mientras seguía hojeando el libro intentaba un argumento válido.
Tal vez, traté de justificarme horas después, es porque uno no espera que le pregunten por qué jugar billar puede ser divertido o por qué comer helados de triple chocolate me puede causar satisfacción. Quizá, me repetí, es porque tengo la fortuna de seguir viendo los libros sólo como un placer y de ahí que al leerlos me preocupe por la historia de los personajes y por seguirlos en sus aventuras, sin detenerme mucho a pensar si aquello es un oxímoron o una sinalefa.
"Son sólo intuiciones", le terminé por decir a Pepe, pero cuando acabamos de platicar fui de nuevo al libro y empecé a analizar un párrafo, dos, y tuve la certeza de que era cierto: Cartas ajenas apuesta por el lenguaje, aunque ni yo mismo supe explicarme por qué.

3 comentarios:

JJ dijo...

Creo que nuestras pláticas, aunque no siempre lo notemos, suelen redundar en un aspecto importante como lo es el sentido y la finalidad de la literatura. Lo mismo valdría para cualquier comentario. Y me pregunto si es necesario contar con esas "herramientas" para decir que algún texto, cualquiera, tiene cierta valía. No lo sé. Quizá algún día encuentre o encontremos las respuestas. Por lo pronto quedo a la espera de continuar con nuestra charla, aunque digas, falsamente, que no sabes explicar, y aunque yo necee con la necesidad de cierto didactismo.
Abrazo.

mangelacosta dijo...

Qué te puedo decir. Supongo que seguiré diciendo sólo mis intuiciones. Si alguna logra convencerte, explicarme o ser didáctica me daré por bien servido. Abrazo, carnal.

Rogelio Pineda Rojas dijo...

¡Feas! No me invitan a sus charlas. Yo podría aportar un poco más de confusión a las mismas: aún no han visto mi potencial... un abrazo.