martes, 9 de febrero de 2010

Frente a plaza Cuicuilco, al sur del DF, hay un anuncio que apunta: "Congreso de la Unión cerrado por obras. Tomé vías alternas". Lleva años.
Cuando pasábamos en el coche nos preguntábamos, mi esposa y yo, que hacía ahí, pues Congreso de la Unión prácticamente está del otro lado de la ciudad. Quizá en algún momento lo colocaron y se les olvidó quitarlo, tal vez alguien se equivocó y lo puso en ese sitio, a lo mejor sólo es una señalización equivocada...
Lo pienso ahora que busco tantas señales y creo que no me queda más que echarle la culpa a esa película en donde Salma Hayek y Matthew Perry convierten las señales en una especie de Dios que los conduce a través de la vida.
Si estoy enojado con mi esposa, le mando un mensaje y ella contesta, creo que eso es una señal de que ya me ha perdonado (al llamarla me doy cuenta del error); si envío un correo electrónico y pasan días sin que haya respuesta siento que el proyecto se vino abajo (pero después me entero que sólo no han tenido tiempo para responderme); si llamo a casa de mis padres y los escucho contentos imagino que ya no han peleado (las quejas de uno y otro me hacen darme cuenta de mi equivocación); y así, me paso los días mal interpretando y culpando por ello a las señales.
A veces digo: "si Dios quiere me dará una señal" y todo el día busco cosas que me hagan pensar en que Dios ha escuchado mis caprichos: un comentario suelto, el horóscopo en la página de Kala Ruiz, un artículo en una hoja que llega a mí...
Y en eso está el error: no en buscar señales, sino en mal interpretarlas, tal como el señalamiento en Plaza Cuicuilco, pues a fin de cuentas uno sólo ve lo que más le conviene: puede haber mil señales para no ir a un lugar, pero si al final del día escucho en el Metrobús alguien que hace referencia a ese sitio, es suficiente para que descarte todos mis temores y vaya a esa colonia violenta y llena de asaltantes.
Pero, cómo saber interpretar las señales.
No lo sé, quizá sólo sea cuestión de esperar, parar la oreja, y estar atento a las señales.

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