jueves, 3 de septiembre de 2009

Hay algunos cuentos orientales que hablan sobre pintores que logran adentrarse en su obra de tal forma que se vuelven parte de ella: están los que se salvan de la muerte en una barca que ellos mismos pintaron; los que huyen por un paisaje boscoso pintado en acuarela de una amenaza "real"; los que se enamoran de ninfas vigiladas por demonios trazados en lienzos viejos...
También existe algún cuento (creo que francés) de un hombre que lograba atravesar paredes y ver a su amante, hasta que un día, por tomar una pastilla, quedó preso en medio de un muro.
Si no mal recuerdo, una historia de Cortázar habla del fantasma de un niño que llora atrapado en un muro (no recuerdo si era un muro o un ropero) y existen narraciones fantásticas sobre cómo llegar a otros mundos a través de una puerta, un espejo o un cristal.
Ayer me sentía así, en ese límite de la realidad y la fantasía. Estaba triste, pero no podía estarlo. Tenía flojera, pero debía entregar un trabajo. Quería irme a dormir, pero debía mantenerme despierto. Quería llorar, pero debía poner cara alegre.
Es curioso, había muchas cosas en contra, y lo único que se me ocurrió hacer fue comprar pan en los Bisquets Obregón; comprar un ramo de flores para ponerlo en la cocina y otro fragante para colocarlo en el buró; llegar con una sonrisa a casa, ver programas policiacos que no me gustan (pero a ella sí); preparar café con leche, encender una veladora; y hablar, reír, escuchar.


En mi vida hay una pintura, una ventana, una puerta también, con una mujer del otro lado que me hace ver la realidad de forma diferente. Hay ocasiones en que sólo miro esa pintura, esa ventana, esa puerta, y me basta con ello, con pensar a mi esposa del otro lado, para disfrutar de esa imaginería tan diferente a mi visión cotidiana. Otras veces ella extiende su mano etérea y me invita a su mundo.
Ayer, esa mujer estaba triste.
La mayoría de las veces ella me saca de la realidad y me lleva a la fantasía, alegra mi vida. Ayer intenté hacer lo mismo, pero viceversa...
Ojalá haya funcionado.

No hay comentarios: