Antier salí a fumar a un pequeño patio que hay en la oficina. Estaba sentado en una banca y en un momento que el cielo se despejó, me reflé en el espejo: estaba convertido en Forrest Gump (mis tenis sucios de tanto andar, mi playera tipo polo, esa mirada perdida pero esperanzada)...
Hoy, cuando venía al trabajo, me subí al Pumabús. Casi al bajar me reflejé en un espejo: vi a un joven protestante gringo, en busca de más feligreses (la mochila colgada de los dos hombros, un libro estilo Biblia en la mano, los tenis negros)...
¿En quién me estoy convirtiendo?
El domingo, si todo sigue su curso, tal vez mi reflejo en algún vidrio o espejo me dé la respuesta...
Hace 2 meses
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