martes, 10 de marzo de 2009

Hace muchos años que escuché por primera vez sobre el concepto de "desdoblamiento espiritual". Era, básicamente, que el espíritu abandona el cuerpo o carne que lo alberga.
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Ayer, mi esposa me dijo algo curioso. Me estoy transformando en un "Dos caras", como el de Batman. El vitiligo cada vez es más notorio en mi cara, Ahora ya me abarca casi la mitad del rostro. Es extraño ver esas manchas blanquecinas, cómo invaden de a poco mi piel. Pensé, en ese instante, en las características de mi signo zodiacal: Geminis. Sé, sin embargo, que nada tiene que ver mi signo, sino el estrés en que me he dejado caer (tal como diagnosticó la doctora).
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De mañana, a pleno sol, empiezo a temblar. Todo empieza como un ligero escalosfrío y después las manos se agitan casi violentas. Estoy nervioso, el cuello lo tengo durísimo, la espalda la siento que quiere obligarme a una posición de jorobado.
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Leo un libro, no es lo mismo, sólo paso los ojos por él.
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En la garganta he dejado acumular tantas palabras que ahora me cuesta trabajo dejar salir siquiera una, pues sé que corro el riesgo de sacarlas todas de sopetón, con el riesgo que eso representa.
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Desdoblamiento espiritual, me repito.
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Quisiera por un momento, no mucho, unas horas, dejar al alma salir a despejarse, a liberarse, a tranquilizarse. Quisiera también, dejar que el cuerpo descansara. Pero, ¿dónde estaría mientras tanto mi "esencia"?
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Si hay veces que el alma está en otra parte, que el cuerpo está en otra parte, que la vida está en otra parte... En esas ocasiones ¿dónde esta la esencia?
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No estoy deprimido, que quede claro... Estoy simplemente como flotando y pensando (¿en un spleen baudelaireano?)

1 comentario:

Anónimo dijo...

No sé que decirte, porque yo paso por algo similar, dicen que estrés, la crisis, las situaciones familiares, las exigencias incrementadas de la vida...

A veces yo pienso que soy dos personas: la fuerte que no puede permitirse la derrota y la otra, aquella que es vulnerable, necesita un abrazo, palabras dulces, cuando soy la otra es cuando llega la angustia y los nervios...

Amigo, no será la crisis de los 30????

MR.