miércoles, 18 de febrero de 2009

Es difícil estar convencido. Siempre existe algo que impide la completa satisfacción. Lo pienso mientras releo, mientra doy vuelta a la hoja y me siento un poco deprimido.
Intento algo: cambiar de sitio. Y vuelve la revisión. Hasta que al final, después de muchas horas, lo que tengo entre manos me convence.
Primero casi todo, y tras otro pequeño cambio, del todo.
Después de eso, no hallo una explicación para mi sueño, en el que yo mismo me cortaba el cabello, pero no podía verme en ningún espejo. Estaba angustiado.
Despierto con una sensación extraña. Y no sé cómo describirla...

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