martes, 13 de enero de 2009

De pronto me han dado unas ganas enormes de atragantarme con una pizza de Pepe's Pizza, esas primeras pizzas que llegaron a Pachuca hace 20 o 25 años y que estaban en la vieja Plaza 2000. Su sabor me ha llegado como un recuerdo entrañable y casi he podido saborear aquellas rebanadas de Margarita, con su oloroso orégano, con su jamón bien distribuido, con su queso derretido por completo, con su sabor envuelto en una bolsa de papel estrasa.
Las rebanadas, si no mal recuerdo, costaban 20 mil pesos, y mis papás debían simular pobreza para que yo dejara de pedirles otra rebanada y otra rebanada.
Esas noches, pues siempre se me antojaba cuando ya todos estábamos metidos en nuestras camas, iba de pijama a la recámara de mis papás y les hacía la chillona, hasta que accedían y me compraban (si me había portado excelente) una pizza familiar.
Qué épocas, qué sabores.
No sé si aún exista Pepe's Pizza, si su sabor sea el de antaño o si de plano sucumbió al emporio de Aldi's Pizza (pizza pachuqueñas al estilo Domino's).
Este fin de semana, cuando estemos a punto de dormir, tal vez pueda convencer a mis papás de ir por una pizza, recordar ese sabor que traigo pegado al paladar, o tal vez, como siempre pasa, termine sucumbiendo ante el antojo de una chalupas y unos pambazos...
No sé, pero de momento no dejo de pensar, de saborear en la memoria, aquellas rebanadas de pizza.

No hay comentarios: