lunes, 15 de diciembre de 2008

C.F. Ramuz, en Cumbres de espanto, nos cuenta de un pueblo asolado por un terror que vive en los mejores terrenos cultivables que rodean al pueblo. Nunca sabemos de qué se trata, sólo son rumores, únicamente sabemos que "eso" es capaz de ocasionar la muerte, que quien lo padece se vuelve loco o cadáver.
Recuerdo la novela, pienso también en Los Ejércitos ,de Evelio Rosero, y en Casa Tomada, de Julio Cortázar. "Eso" se hace presente y poco a poco se adueña de las vidas de los protagonistas.
He escuchado una historia similar y no he podido más que sentir escalosfríos, dejar de acudir a una fiesta que anhelé durante mucho tiempo.
Como en la ficción, "algo" ha llegado a Atizapán, a Cuautitlán, y está provocando el pánico: los negocios tienen las cortinas abajo, las personas caminan pegadas a la pared y de prisa, las noches callejeras son cosas de otro tiempo. Alguien rumora que entraron a un antro y violaron a todas las mujeres; alguien más dice que entraron a un bar y golpearon a todos, que se ensañaron con el mesero que quiso defenderse; otros más los han visto por la colonia Zapata; otros rumoran que andan por la Comercial Mexicana de Hogares; hay quien dice que asaltan los Oxxo, hay quien cuenta que... Entonces las fiestas se cancelan, la gente se encierra en sus casas, hablan en voz baja y escuchan, sólo escuchan, cómo al pasar una patrulla un altavoz dice: "Es mentira, sólo son rumores, no tengan miedo, nada está pasando".
Los diarios no hablan de ello, los noticieros se olvidan de esa zona, la radio ha enmudecido. Lo único que sabemos, porque parece ser lo único interesante, es que una Gaviota vuela por esos terrenos.
Pero mientras las escuelas han salido de vacaciones, los padres han tenido que recoger a sus hijos en medio de histerias colectivas, los comercios siguen cerrados, las calles están solitarias y el altavoz circula de prisa, como si tuviera miedo de que "alguien" llegara a desmentirlo.
Dicen que cuando el río suena, Zetas lleva...
P.D. En la tele han entrevistado a Alfredo Adame, quien fue extorsionado mediante un secuestro virtual. El miedo a que le pasara algo a su esposa lo llevó incluso al ridículo de subirse a una resbaladilla. Cualquiera lo hubiera hecho, estoy seguro.
Fumo de mañana. Dios permita que mi angustia, nuestra angustia, siempre sea sólo por una noticia y no por una mala experiencia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿De verdad? ¿Dónde lo escuchaste?

MR.