lunes, 3 de noviembre de 2008

Una tarde, en que estaba de un ánimo ligero, nos preguntó que pensábamos de su literatura, de sus libros. Nosotros, jóvenes aún -yo era el mayor a mis 30 años-, no supimos qué responder. Supongo que no lo habíamos leído del todo, pues aún no estábamos en la edad de los riesgos literarios. "Me parece difícil", solté al fin, y él sonrió. Y ya pasado el primer escaño, comenzamos a decirle lo que pensábamos: difícil, trastabillante, juguetona, rítmica, pero nadie acertamos a dar una definición.
Él, con sus labios delgados, con sus ojos pequeños y escrutadores, nos miró y sonrió. Tal vez adivinara lo que en realidad creíamos. Luego cambió de tema y nos volvió a preguntar sobre literatura mexicana joven -esa pregunta se la oímos muchas veces-, pues le interesaba saber a quién leíamos.
Alguna vez nos recomendó a Guimaraes Rosa -quizá descubriéndonos un poco sus influencias-, a John Irving, a William Faulkner... Nos habló de La lechuza ciega, de Cumbres de espanto, de Memorias de Adriano... Y también mencionaba con recurrencia a Rulfo.
Nosotros le escuchábamos y creo que en el fondo lo admirábamos enormemente.
Yo, para cuando hizo aquella pregunta de qué nos parecían sus libros, ya había leído Una de dos, Lampa VidaAntología presentida, algún libro de poemas y comenzaba Albedrío. Sus cuentos me fascinaban, pero a sus novelas aún no les agarraba el ritmo. Hoy busco ansiosamente Porque parece mentira la verdad nunca se sabe, pero está agotado.
En las ocasiones que me he sentado a tomar un café con él siempre me deslumbran sus pláticas, sus chistes repetidos con frecuencia, sus recuerdos y sus sentencias tan tajantes. Pero más me impresiona la sencillez con que me trata, como a un conocido de mucho tiempo, como a un amigo, como a un alumno...
Hoy, cuando leí que ha ganado el Premio Herralde de Novela con el libro Casi nunca me dio un gusto enorme, pues siempre he creído que Daniel Sada merece buenos lectores, personas que se atrevan a entrar en sus ideas,  en su métrica que da un colorido especial al idioma español. Ojalá este premio sirva para que muchos se interesen en sus letras y ojalá, también, pronto reediten Porque parece mentira..., para que al fin Sada deje de ser uno de nuestros mejores escritores que les pertenece sólo a una élite.
¡Salud por el Herralde a Daniel Sada!

3 comentarios:

costa sin mar dijo...

No mames, cabrón. Me acabó de enterar. Me avisó un guey del turno. Sabía que yo había asistido al taller con el Pelón. El puto del Sada ya está junto con el Bolaño, el Vila-matas, el Pitol (aunque le cague y diga que es pomada para el pito) junto a Pombo.
Más junto a Pombo que a los otros.
El pihche Daniel ya está del otro lado. Ya la armó, el maricón. Ya nos jodimos nosotros.

Porque parece mentira la lees en cualquier biblioteca de conaculta, no la compres.

costa sin mar dijo...

man, ya le hice su post al sada, échale un ojo, está en el blog de costa sin mar.

costa sin mar dijo...

por cierto cámbiale el título al blog, qué es eso de un gerundio