jueves, 27 de noviembre de 2008

En ocasiones creo que no estoy preparado para la realidad, para el día a día: apenas planeo algo, sucede lo contrario; cuando visualizo se oscurece y, por qué no decirlo, a veces las cosas marchan mejor de lo que deseo.
Hace algunas semanas mi jefe me platicó de un proyecto que iniciaba en internet, me dijo que necesitaban colaboradores y me pidió que escribiera "algo", le diera un nombre y le mandara una foto. Un mes tuve la incertidumbre sobre si ese "algo" aparecería publicado.
Hoy por la mañana lo supe.
Así que nuevas campanadas a misa.
Aquí está mi Estantería abierta, donde por fin hablaré de lo que tanto me apasiona: libros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¨!FELICIDADES!, eso indica que eso es tan sólo el comienzo.