2. Escuché un "experimento" en Radio UNAM. Desde Tlatelolco, por medio de un megáfono, la gente que lo deseara podía decir cuanto quisiera. Su voz se transformaba en luz -direccionada a la Villa, al Monumento a la Revolución y al Zócalo. Me gustó mucho. Hasta hoy, que leo que el "experimento" costó 900 mil pesos. ¿El artista? Rafael Lozano-Hemmer. ¡Qué suerte tener esos mecenas!
3. Mientras escuchaba Radio UNAM oí a Margaria Castillo, la voz oficial de la emisora. Recordé cuando trabajamos con ella, la ocasión en que en la Facultad de Psicologia me preguntó: "¿cómo debo decirlo, compañero?" -se refería a un guión radiofónico. Y yo: "creciendo la voz poco a poco hasta estallarla". "Ah, ya comprendo -contestó-, a eso se le dice: inminente". ¡Qué tiempos! Ojalá pudiera regresar a escribir guiones...
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