miércoles, 20 de agosto de 2008

Me pregunta cuál de sus blogs leo. Le contesto que en el que menos escribe. No reacciono sino cuando lo veo en guardia. Le explico: me gusta más saber de ti, de lo que te pasa, de lo que lees; los blogs que sirven de taller literario no terminan de gustarme.
Él alega, argumenta, cita casos, países; pero como siempre que hablamos de algo que nos apasiona, ninguno cede.
En un blog-taller se publica más de lo debido, le digo, no hay un esfuerzo por entregar algo con la suficiente calidad (hay excepciones), además, te aprovechas de un lector cautivo.
En Barcelona, contesta él, han comenzado a publicar en libro algunos blogs, es la nueva interfaz (creo que esta palabra es mía) en la que se hace la literatura, hay miles de blogs, como antaño hubo miles de revistas de las que sólo algunas trascendieron.
Contraargumento y él cita, yo digo y él responde; así durante varios minutos en que no llegamos a ningún acuerdo. Al final, ya de camino a casa, pienso que sus posts siempre son comentados, los míos casi nunca; que sus contactos son parte de un "grupo literario", los míos son algunos amigos que sólo conciben al blog como un diario personal; pienso que ambos tenemos razón en nuestras visiones sobre el blog, sobre su futuro; a lo mejor es que los dos llevamos caminos diferentes y por eso nunca podemos llegar a un acuerdo, quizá por eso mientras él entraba a la biblioteca, yo iba de salida.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Miguel, creo que estás en un grave error, no creo que tu blog sea un diario, ni mucho menos, y tu blog lo leemos bastantes personas, quizás lo que te falte es poner un contador para así darte cuenta de quienes son tus lectores cautivos.

Mart...

A. dijo...

digo lo mismo