jueves, 5 de junio de 2008

Los revolucionarios de la clase media

Un Honda Civic tiene pegadas tres calcomanías: "Resist much, obey little", "Prohibido robar. El gobierno no quiere competencia" y "La dignidad no tiene fronteras".
¿Acaso los carros del "pueblo bueno", del proletario explotado, de las bases populares también traen estas calcomanías?

Recuerdo un día lluvioso, íbamos rumbo a la casa cuando el camión se detuvo. La tormenta no permitía ni siquiera que los limpiaparabrisas hicieran su trabajo. Adelante, desesperado al intentar mover su camioneta, un hombre empujaba inútilmente para quitarla del arrollo vehicular. Nosotros íbamos en el asiento de hasta delante, atrás nuestro estaba sentado uno de los hermanos Cerezo Contreras, de los que luchan para evitar la discriminación, de los que sirven café orgánico en la Facultad de Filosofía y Letras, de los que saben de Chiapas, a quienes acusan de haber puesto una bomba en una sucursal bancaria, de los que dicen su padre es uno de los líderes del EPR.
Entonces el chofer del camión puso el freno de mano y bajó a mojarse con tal de ayudar al dueño de la camioneta descompuesta. Lo mismo hice yo y un hombre al que casi podría llamársele viejo. El Cerezo Contreras prefirió la pasividad, la teoría en lugar de la praxis.
Nos empapamos, pero al fin conseguimos que la camioneta quedara en un sitio donde no estorbara. Regresamos felices al camión. La mojada no había importado.
Atrás de mí, el Cerezo Contreras (quien por cierto era mi vecino) seguía platicando de las revoluciones sociales, del vino que fin de semana tras fin de semana consumía, de que aún cabía otra bolsa de basura en su patio (sin importarle que la calle se estaba llenado de ratas), pensando en la forma de evitar la discriminación, y planeando movimientos sociales.

Eso recordé al ver a la muchacha de piel blanca y aspecto hippie que conducía el civic negro. Ni modo, qué se puede hacer, así son muchos de los revolucionarios clasemedieros: revolucionarios de palabra, de calcomanía, de Honda Civic, de pose...
A otros, simplemente, les gusta iniciar los cambios en ellos mismos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pude constatar lo que dices porque ayer fui a la FCPyS y no me gusta lo que encuentro cada vez. Chicos apáticos, indiferentes por un lado y por el otrolos salones de mi escuela convertidos en un muladar, además de tener un letrero de CGH. Mucho ruido, debates y proyecciones de cine, pero pocas nueces, es decir poca acción real.

MR.

Unknown dijo...

jajajajajaja!!
juar juar juar!!