jueves, 29 de mayo de 2008

Sueño

No me gustan las rubias, debo aclarar, pero estando ahí, al lado de Martha Julia (en su papel de Paty en Alma de Hierro), me sentía feliz y notaba cuánto me envidiaba Pepe que me miraba desde una banca (¿en la realidad será posible encontrarlo en un sitio como aquel?).
Ya de repente Paty se dejaba abrazar, en otro momento me tomaba de la mano y caminábamos (yo aspirando su aroma a nardos), un rato después se juntaba demasiado y reía de forma infantil. Yo me dejaba querer y sonreía y le bromeaba y...
Pero, y cómo no quejarse de esto, me sentía en el fondo incómodo. Estaba con Paty, medio vestida con una falda muy corta y con un gran escote amarillo, y lo único que ella quería hacer era seguir viendo los retablos de esa iglesia.
La pude haber soñado en un jardín, en una noche de mar tranquilo, en una tarde de lluvia que lleva a las confidencias, pero soñar con ella, abrazarla y olerla en una iglesia...
Al menos, y esto es lo que me dejó contento al despertar, fue ver esa envidia que me tenía Pepe cuando pasaba abrazado por la actriz frente a él (alguien había sido partícipe de mi gloria efímera)...
No era Ana Serradilla (como él hubiera deseado), pero estoy seguro que se moría de la envidia.
A lo mejor hoy tenga suerte y por fin sueñe con Ana la Salvia.
Recemos porque así sea.

Nota: Sé, y esto lo tengo muy claro, que en la realidad Pepe no me tendría envidia, aunque no dudo ni un segundo que me pediría presentarle a mi acompañante. Luego amenazaría con acusarme con mi esposa.

No hay comentarios: