lunes, 26 de mayo de 2008

A los ocho años mis padres autorizaron que viajara con mi tío por el sur de la República. En la foto aparezco en Veracruz (¿cómo es posible que andes con pants en la playa?, preguntó mi esposa. Había "norte" y hacía mucho frío, fue mi respuesta).
Y mientras observo la foto pienso en la inmensidad del mar tras de mí, en que mi tío estaba del otro lado de la cámara fotográfica y me acuerdo de cuando salíamos por las mañanas a caminar por la playa. ¿De qué platicábamos?
Reflexiono en esos años en que viajaba con mi tío o visitaba la casa de mi tía, de las tardes sin luz en que mi prima la mayor nos espantaba con sus hisorias de la ouija (y ya de repente una radio se prendía sin necesidad de electricidad), o de las mañanas en que mis primos (los más cercanos a mi edad) y yo bajábamos al puesto de mi papá y lo abríamos, despachábamos todo el día y por la tarde regresábamos con su mamá para comer lentejas con plátano tabasco rebanado.
Pienso en los fines de semana que me quedaba en casa de la abuela y ella me contaba de su padre torturado por revolucionarios, de cómo la habían regalado a unas personas en Pachuca, de cómo se había enamorado de un militar (mi abuelo).
Todo eso llega de golpe mientras miro la foto. ¿Qué podía estar pensando en ese segundo? ¿Por qué a pesar de verme tan solo sonrío ligeramente? ¿En dónde estaban en esos momentos mis papás y mi hermana? ¿Por qué mis tíos tienen tantos recuerdos de mí?
Ayer, el esposo de mi tía (le digo así sólo para distinguirlo de mi tío) me dijo por teléfono que un hombre bueno merece que le vaya bien. Yo estaba con el sentimiento a flor de párpados.
Cuando le colgué volví a cuestionarme: ¿quién fue el niño que habito mi infancia que aún tantos años después la familia (hoy lejana) todavía lo recuerda con tanto amor?
En la foto, quizá, se halle la respuesta.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

FEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEELIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIICEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEESSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS 30!!!!!

MR.

Anónimo dijo...

Ese niño aún habita en tí, búscalo!

Recuerda que cada momento en el que lloras, ríes y recuerdas está contigo.


MR.