En una fiesta, Ibn Arabi platica con la anfitriona, quien le dice que noche más excelente jamás ha pasado. Él le responde que espere unos momentos y todo irá mucho mejor.
Alguien toca a la puerta y cuando le hacen pasar es Ibn Arabi, quien sonriente mira a la anfitriona y al primer Ibn Arabi tomando té. Todo parece magnífico, sin embargo, vuelven a tocar a la puerta y un nuevo Ibn Arabi entra para hacer más placentera la velada.
Los toquidos a la puerta se repiten siete ocasiones durante la noche y la misma cantidad de Ibn Arabi llenan el palacio, la casa o sala donde ocurre la historia.
Al menos eso cuentan de Ibn Arabi, a quien bendiga Alá, el misericordioso...
Hace 9 meses
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