viernes, 12 de octubre de 2007

Agradecido

Un joven, a quien siendo niño le compartía dulces cuando tocaba a la puerta de la casa, me paga el pasaje del micro;
una compañera, a quien le pregunté hace unos días cómo seguía de su enfermedad, me obsequia un pan de muerto para desayunar;
el vecino de mi oficina, con quien platico de libros, me regala un panque de amaranto;
una mujer, a quien diario saludo con una sonrisa, se preocupa cuando me ve trabajando muchas horas extra;
una amiga, a quien veo muy poco y escribo menos, me envía un correo para preguntar cómo va mi vida;
algunos amigos más, con quienes compartí alguna vez una charla o un café, me envían bendiciones, correos cadena en donde hablan de la amistad...
En fin, creo que no he hecho las cosas mal.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esta amiga a la que ves muy poco y escribes menos, espera verte antes de que termine el año.