viernes, 25 de mayo de 2007

Hace tiempo El Catrín me regaló un libro de Brian Weiss ("Muchas vidas, muchos maestros"). La teoría de Weiss se resume en que el ser humano reencarna tantas veces como sean necesarias para que tome todo el aprendizaje necesario. Al final, su espíritu es liberado de su "carne" (cuerpo) y vive feliz en la eternidad.
Además, dice que las personas con quienes convivimos diariamente han estado presentes a lo largo de nuestras vidas anteriores, debido a que solamente ellas nos pueden ayudar a aprender lo que nos hace falta.
Hace un rato platicaba por el msn con "El Vizconde" (algún contaré sobre él). De hablar de una pluma brincamos a una fiesta, al trabajo y las amistades. No dejé pasar la oportunidad para comentarle lo que dice Weiss y el contestó que estaba de acuerdo. Por su puesto, mi comentario iba encaminado a que nuestras amistades son esas presencias reiteradas en una y otra vida, aunque no especifiqué que únicamente me refería a mis amigos.
Todo iba muy bien hasta que me planteó una pregunta (aquí un poco cambiada para no evidenciar a ninguna persona): ¿Eso significa que tendrás que soportar a "x" otras tantas vidas?
Debo confesar que no había reparado en ello y por lo mismo no dejé de sentir un ligero temblor que salía por mi piel ya atérida.
"Piensa rápido, piensa rápido, ¿qué puedes contestar a eso?".
—Espero que no, dije al fin, que en realidad la lección que "x" debía enseñarme, ya me la enseñó.
El rió de mí y cada uno volvió a sus actividades.
Sin embargo, desde hace un rato no dejo de pensar si mi excusa o explicación puede ser real, o si tan sólo se trató de un pretexto para no tener que afrontar (desde esta vida), la idea de encontrame con "x" en un futuro...

No hay comentarios: