Tengo muchos recuerdos de ese estado: un diciembre dentro de un hotel a causa de un norte (en el puerto), la primera vez que fui a una discoteque (en Tecolutla), una caminata a lo largo de la playa con un tío, una borrachera en Boca del Río con quien antes y después sería mi novia y con una entrañable amiga, una visita a los portales de la mano de mi esposa, una tarde en un museo preguntando a cuánto tiempo quedaba Castillo de Teayo, unas quesadillas de pescado que vendían en una cubeta roja, la brisa de la mañana en una pirámide de Tajín...
También me acuerdo del Museo de Agustín Lara, de una visita a San Juan de Ulua, de un viejito invitando a bailar danzón a quien entonces era mi novia y de un hotel en el centro del puerto...
Son muchas cosas, historias, sentimientos...
Por eso ahora quisiera decirle: en Boca del Río puedes ir a esta playa, o comer en tal parte, si tomas este camión llegas al acuario, y si caminas cuatro cuadras encontrarás la casa de...
Sin embargo sería egoísta, sobre todo por imponer rutas, planes... Mejor que ella también descubra ese hermoso estado y el martes, a su vuelta, después de habernos abrazado, me cuente si es verdad que sólo Veracruz es bello... Feliz viaje...
1 comentario:
Y, qué fue lo que contó a su regreso.
Todo aquel que haya ido a Veracruz sin sor originario de ahí tiene algo que contar. Ahí, yo viví el presagio del final de mi relación con x persona. Insisto, cada uno cuenta de cómo le va en la feria pero lo que siempre añoro y más acá cuando el calor es abrazador como el de la Vera Cruz es el café en Los Portales. Estar sentadito frente al malecón, oir los cantos, las charlas, el bullicio, entre otras cosas, qué vida, eh.
Ró.
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