martes, 1 de abril de 2008

En martes ni te cases ni te embarques

Lo peor de los martes en que el vocho no circula, es tomar el micro por las noches. Y no porque vaya muy lleno, por los empujones, etcétera; sino por la ferviente admiración de muchos choferes por "El Panda Show".
Yo me pregunto: cuánto puede querer una persona a su familiar, a su novio, como para jugarle una broma a través del Panda Show.
Sí, es cierto, todo el mundo se ríe en el micro mientra El Panda miente sobre un embarazo (una niña de 14 años hacía la broma), o sobre un secuestro (una muchacha de 23, creo), sobre un accidente (un hombre de 30 y tantos), pero qué pasa por la cabeza de quienes son objeto de la broma.
Pienso que mi madre lloraría, o que mi tío sufriría un infarto (padece del corazón) o que mi hermana caería en una depresión, o que mi esposa comenzaría con esas ausencias mentales que a veces la aquejaban.
Y mientras, todos los que sintonizan la estación ríen, se carcajean con cada detalle que El Panda agrega para hacer la broma casi inverosímil.
¿Cúanto puede querer esa persona (la bromista) a su pariente, amigo o novi@?
Y qué me dicen de los "amigos" que mandan correos electrónicos "cadena", los cuales si no son reenviados auguran infelicidad, mala suerte, carencias...

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